domingo, 25 de agosto de 2024

Mis Abuelos y yo


Mis abuelos y yo

Cuatro estrellas en mi cielo,
cada una con su luz,
cuatro caminos que en mi vida,
dejan huellas de virtud.

El primero, como un padre,
alma noble, siempre allí,
con sus manos generosas,
ayudaba sin pedir.
Era fuerte y decidido,
en su pecho, un gran amor,
fue mi guía en los caminos,
mi refugio, mi mentor.

El segundo, un poco gruñón,
con su ceño siempre fruncido,
velaba por nuestro hogar,
sin pedir un solo ruido.
Aunque serio, aunque duro,
en su pecho había calor,
su manera de cuidarnos
era muestra de su amor.

La abuela que se fue al cielo,
cuando era un niño pequeño,
de ella guardo en mi pecho
un amor que es como un sueño.
Su dulzura, su ternura,
aún resuenan en mi ser,
en mis recuerdos la abrazo,
y en mi alma la hago ver.

La que queda, mi columna,
la que siempre me alimenta,
es la única que vive,
la que aún vela y sustenta.
Su cariño es mi refugio,
es mi abrigo, es mi hogar,
es la fuerza que en mi vida,
me enseña siempre a amar.

Cuatro abuelos, cuatro amores,
diferentes, pero igual,
me enseñaron que en la vida
el amor es un caudal.
Hoy sonrío y agradezco
por tener tanto en mi ser,
por el amor que en mi pecho
todos ellos supieron tejer.

Y me asombra cada día
cómo un corazón tan chico
puede amar tanto, tan grande,
ser un río y no un hilo.
Gracias a ellos soy quien soy,
y mi amor siempre tendrán,
porque en mí viven sus huellas,
y en mis sueños, siempre están.

jueves, 22 de agosto de 2024

¡Calentando motores para el fin del mundo!

¡Calentando motores para el fin del mundo!

por Annesdy Tellado




La crisis climática: ¡el nuevo reality show donde la Tierra es la estrella invitada y nosotros, el público, somos los espectadores de primera fila! Y qué espectáculo más caliente, ¿eh? Con olas de calor que harían palidecer a cualquier sauna finlandés, ¡parece que el planeta se ha apuntado a un concurso de quién aguanta más temperatura!

¿Recuerdan cuando las olas de calor eran algo así como "ay, qué calorcito hace"? Pues eso quedó en el pasado. Ahora son como un abrazo de un dragón, pero sin la parte de la amistad. ¡Y lo peor es que el aire acondicionado ya no es suficiente! Pronto tendremos que empezar a usar trajes de neopreno para salir a la calle.

Los científicos, esos agoreros del clima, nos advierten que esto es solo el principio. Que si seguimos así, pronto los polos se derretirán, los osos polares se quedarán sin hogar (y sin hielo para sus tragos) y nosotros tendremos que aprender a nadar en nuestras propias casas. ¡Genial!

Pero bueno, no todo es malo. ¡Al menos ya no tendremos que preocuparnos por la factura de la luz! Y pensar que antes nos quejábamos de que hacía frío... ¡Qué ingenuos éramos! Ahora, lo único que queremos es un buen ventilador y una piscina olímpica en el jardín.

En resumen, la crisis climática es un tema muy serio, pero ¿por qué no tomárselo con un poco de humor? Después de todo, si no podemos reírnos de nosotros mismos, ¿qué nos queda? ¡Así que cojan sus gafas de sol, pónganse crema solar factor 500 y disfruten del espectáculo! ¡El mundo se está calentando, y nosotros con él!

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