La Luz Interior
Había una vez un hombre llamado Damián, quien, cansado de su rutina, decidió buscar respuestas en un lugar donde nunca había estado: el mar. Desde niño, había oído historias sobre cómo el océano podía revelar verdades escondidas a quienes tuvieran el valor de escuchar.
Una madrugada, Damián llegó a la playa. En sus manos llevaba una pequeña linterna, un regalo de su abuelo, quien siempre decía que la verdadera luz estaba dentro de cada uno. Al encenderla, notó que su luz era tenue, casi apagada.
Mientras caminaba por la orilla, una voz pareció surgir del viento: "¿Por qué buscas fuera lo que siempre has tenido dentro?" Damián se detuvo, sintiendo que el mensaje iba dirigido a él. Cada paso que daba hacia el agua hacía que la linterna brillara con más intensidad.
El sol comenzó a salir, y Damián comprendió. Las respuestas que buscaba no estaban en el océano ni en la voz misteriosa, sino en su propia capacidad de enfrentarse a sus miedos, de escuchar su corazón y de confiar en su intuición.
Esa mañana, mientras los rayos del sol iluminaban el horizonte, Damián dejó que su luz interior guiara su camino. Ya no buscaba más. Sabía que todo lo que necesitaba estaba en su interior.
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